sábado, 14 de junio de 2008

El docente y los nodulos.



Los docentes más jóvenes y con menos años de ejercicio profesional presentan una mayor predisposición al desarrollo de patología nodular, posiblemente derivado de la menor experiencia, el estrés y la falta de técnica vocal. El número de horas lectivas, no ha influido en el desarrollo de patología nodular. Es posible que aquellos docentes más predispuestos a presentar problemas vocales busquen alternativas laborales que tengan menos horas lectivas, como enlaces sindicales o miembros de la dirección, para de esta manera no sobrecargar el sistema vocal. Entre los factores ambientales que influyen de forma negativa en los docentes se encuentran: el ambiente seco del aula, el ambiente ruidoso y la presencia de eco. El aire seco va a producir variaciones de la capa de moco que recubre la superficie de las cuerdas vocales, haciéndolo más espeso y viscoso, un transporte mucociliar más lento y estimula el reflejo de la tos y el carraspeo. El ruido interior, generalmente de los propios alumnos o de maquinas (talleres de formación profesional) o de instrumentos de música, obliga al docente a elevar la voz por encima del ruido de fondo. Ello es debido a la ausencia de control auditivo de nuestra voz, que nos hace aumentar el volumen fonatorio mediante la sobrecarga de la musculatura laríngea y perilaríngea, con el consiguiente aumento de la rigidez del sistema y mayor traumatismo de las cuerdas vocales. Entre los antecedentes personales de los docentes con nódulos, es más frecuente encontrar antecedente de patología vocal previa al ejercicio profesional que entre los docentes normales. Esto nos hace pensar que las personas que se vayan a dedicar a la enseñanza y que tengan antecedentes de patología vocal en la infancia y/o adolescencia, sería aconsejable que tuviesen una educación vocal previa al desarrollo de su carrera profesional. En los docentes con nódulos fue más frecuente el antecedente de cirugía sobre el área nasal que en los docentes normales. La alteración en la respiración nasal, ocasionada por una desviación septal, rinitis crónica, pólipos, etc, va a producir una perturbación en el control del soplo además de favorecer que la respiración se haga bucal con la consiguiente falta de filtración y humidificación del aire, que en ocasiones perdura a pesar de haber realizado una cirugía sobre el área nasal.


Conclusiones:

1.- Los nódulos son muy frecuentes en los docentes, especialmente en las mujeres jóvenes y con menor experiencia.
2.-El aire seco, niveles altos de ruidos y la presencia de eco en las aulas favorecen la aparición de la patología nodular.
3.- Es habitual encontrar antecedentes de patología vocal previa al ejercicio de su magisterio y antecedentes de microcirugía laríngea y cirugía del área nasal entre los docentes con nódulos.
4- Los docentes con nódulos tienen un menor rango de intensidades y frecuencias que los docentes normales.
5.- Los parámetros de perturbación de la frecuencia, amplitud y ruido están elevados en los pacientes con nódulos.

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